.
1.057.835.000.000 euros o lo que es lo mismo, algo más de 1,057 billones
de euros. Eso es, exactamente, lo que adeuda el sector público. Recuerdo cuando estaba en la escuela leer estas
cifras tenía cierto grado de dificultad y que no servirían para nada, pues nunca
llegaríamos a tener que leerlas; pero hoy estas cifras me superan, y casi me
acojono al leerlas. Lo acaba de revelar el Banco de España en su informe
estadístico y supone que, por primera vez, los pasivos emitidos por el Reino de España -incluidas todas las
administraciones públicas- superan el Producto Interior Bruto, y que en 2012 ascendió a 1,049 billones.
Un amigo me ha remitido este
fragmento de Benito Pérez Galdós:“La fe nacional y otros escritos” de hace más
de 101 años y que tienen plena actualidad en estos momentos (la verdad sea
dicha, he leído muy poco o casi nada de este autor, pero me ha encantado
leerlo):"Los
dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son
dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto.
Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo
las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán
unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado
de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el
problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que
burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los
amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los
farolitos... Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco
debemos tener fe en la grey revolucionaria (...) No creo ni en los
revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (...) La España que
aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi
entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes
de que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro
que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental". Sería
bueno pensar y actuar.
Nos han engañado,
robado y han destruido una nación. Nadie piense que quien eso ha hecho, o
contribuido, lo va a arreglar. ¡A qué esperamos! Levántese el pueblo contra
toda esta jerarquía que no sabe gobernar y mandemos le a todos a la calle sin un
euro y que devuelvan lo robado.
La bancarrota de España
es inevitable, ya ha sucedido varias veces, desde Felipe II que fue el primero
que llevó al país a la bancarrota. El problema es que no hay un modelo
productivo, sólo tenemos la hostelería estacionaria en España, y el que tiene
la famosa Alemania de la señora Merkel (lo de “señora” me cuesta decirlo),
tampoco funciona, de cada tres españoles que emigran (movilidad exterior según
la Ministra) dos se vuelven.
Lo que no se ha dicho sobre los últimos datos del
paro es las fugas de afiliaciones a la Seguridad Social en la industria. La
estacionalidad ha favorecido las más de 42.000 afiliaciones en Hostelería en un
mes, pero la Industria manufacturera y el sector de vehículos han perdido más
de 11.000 afiliados. ¿Qué sector reemplazará al de la construcción?
Vale la
pena reflexionar sobre estos datos, ya que se suponía que el sector industrial
iba a ser el que cogería el relevo de la construcción, tras el espectacular
batacazo que ha sufrido en los últimos años al pinchar la burbuja inmobiliaria.
No ha sido así, sino que, más bien al contrario, la crisis ha provocado una
cada vez mayor caída de afiliaciones a la Seguridad Social también
en esta rama de la actividad económica. Cabe preguntarse, pues, qué sector podrá
reemplazar al de la construcción en un futuro inmediato (¡el del la pandereta y
olé!).
Ya era hora que
alguien le recordara a Rajoy que él y su partido, que de motu proprio,
propusieron al pueblo español un contrato, documentado en su programa
electoral, contrato que fue aceptado por una mayoría de españoles y les ha
valido a para acceder a la presidencia del gobierno. Su obligación es cumplir
con el contrato, que libremente asumió y no hacer lo que le venga en gana. Si
no pueden cumplir con su programa, SU DEBER ES DIMITIR y si quieren aplicar un
programa distinto al contratado presentare a unas nuevas elecciones con su
nuevo programa a ver quién les vota. No cumplir lo libremente contratado es de DELICUENTES
así que señor Rajoy su sitio está con ellos y no en el gobierno. Si usted no
paga el alquiler o el contrato de luz, ¿qué suele pasar?. Es ILEGITIMO gobernar
contra la voluntad del pueblo que pacto un contrato con el Partido Popular y no
lo ha cumplido, ¿cómo juzgaran a estos políticos-gobernantes la historia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario